Llegamos al Museo de Úbeda donde Juan no explica la importancia de las matemáticas en el Renacimiento, y luego en la Sinagoga del Agua descubrimos que los judíos también estudian la geometría y las matemáticas para explicar su religión y el mundo.










La ruta sigue con Rocío hacia el Salvador. Allí la geometría del suelo es tan interesante como la de las piedras en el diseño de la puerta de la Sacristía y sus bóvedas. En la plaza hacemos un juego de coordenadas con los escudos de los territorios del Emperador Carlos.






Finalmente por la tarde visitamos Baeza con Beatriz, la antigua Universidad, su Paraninfo y el aula de Machado, y la Catedral. Aprendimos la métrica española con los versos de Machado, sumando y restando sílabas. En la Catedral nos explicaron como funcionan los puntos geodésicos.







